El café peruano se ha convertido en un símbolo de orgullo nacional y motor de desarrollo rural, consolidándose como uno de los productos más destacados en el comercio exterior. Con un crecimiento del 15.8% en sus exportaciones durante el primer semestre de 2025, este grano aromático ha conquistado mercados exigentes como Estados Unidos, Alemania y Corea del Sur. Las condiciones climáticas favorables, el fortalecimiento de cooperativas y el acceso a financiamiento han sido claves en este repunte. Más de 220 mil familias productoras participan activamente en la cadena de valor, elevando la calidad y diversificando la oferta. Además, el café procesado —en cápsulas, molido y bebidas listas para consumir— añade valor industrial al sector. Este éxito no solo se mide en cifras, sino en historias de esfuerzo, innovación y compromiso con la sostenibilidad.
Fecha:Tuesday 02 Sep de 2025
Gestor:INSTITUTO IDIAT
Este incremento responde a una combinación de factores: condiciones climáticas favorables en regiones cafetaleras como Junín, Cajamarca y San Martín; mejoras en la infraestructura logística; y una creciente demanda internacional por cafés de origen con certificaciones orgánicas y comercio justo.
Además, el fortalecimiento de cooperativas locales y el acceso a financiamiento especializado han permitido que más de 220 mil familias productoras participen activamente en la cadena de valor, elevando la calidad del grano y diversificando los mercados de destino.
Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Corea del Sur figuran entre los principales compradores del café peruano, destacando su perfil aromático, acidez equilibrada y trazabilidad. En ferias internacionales como la Specialty Coffee Expo en Chicago y la World of Coffee en Copenhague, los lotes peruanos han sido premiados por su excelencia, lo que ha impulsado contratos de exportación con marcas gourmet y tostadores especializados.
El café de origen peruano no solo se exporta como grano verde, sino también como producto procesado: cápsulas, café molido y bebidas listas para consumir, lo que añade valor y dinamiza el sector industrial.
A pesar del crecimiento, el sector enfrenta desafíos estructurales: la renovación de cafetales envejecidos, el acceso limitado a tecnología agrícola, y la amenaza de plagas como la roya. El gobierno, en coordinación con gremios como la Junta Nacional del Café y PromPerú, ha lanzado programas de capacitación técnica, digitalización de procesos y promoción internacional.
Se proyecta que para finales de 2025, las exportaciones de café superen los $900 millones, consolidando al Perú como un actor clave en el mercado global de cafés especiales.
El auge del café peruano no solo representa cifras alentadoras, sino también historias de resiliencia, innovación y orgullo rural. Detrás de cada taza exportada hay manos campesinas que han apostado por la calidad, la sostenibilidad y el comercio justo.