El paro nacional indígena que se desarrolló durante la primera semana de octubre ha generado un impacto severo en el sector agropecuario ecuatoriano. Según el ministro de Agricultura y Ganadería, Danilo Palacios, las pérdidas ascienden a unos USD 20 millones, afectando de manera directa a productores de Imbabura, Pichincha y Cotopaxi, zonas donde la actividad agrícola y ganadera es fundamental para la economía local.
Fecha:Thursday 09 Oct de 2025
Gestor:INSTITUTO IDIAT
Los productores florícolas y lecheros fueron los más perjudicados por los bloqueos de vías y la interrupción del transporte. En el caso del sector florícola, las exportaciones hacia Estados Unidos y Europa sufrieron cancelaciones y retrasos, lo que derivó en la pérdida de toneladas de flores cortadas que no pudieron ser enviadas a tiempo a los mercados internacionales.
El sector lechero, por su parte, enfrentó una crisis logística sin precedentes. Miles de litros de leche fueron desechados debido a la imposibilidad de movilizarlos hacia los centros de acopio e industrias procesadoras. En provincias como Cotopaxi, los productores alertaron sobre pérdidas diarias cercanas a USD 500 000 solo en la cadena láctea.
“Estos días de paralización no solo afectan la producción, sino también la confianza de los mercados y la estabilidad de miles de familias rurales que viven del campo”, expresó el ministro Palacios en rueda de prensa.
Durante las jornadas de protesta, los bloqueos en las carreteras principales —especialmente en la Panamericana Norte y en los accesos a Quito— impidieron la distribución de productos básicos como papa, cebolla, brócoli, leche y flores. Los mercados mayoristas del país reportaron escasez temporal y aumento de precios en productos frescos.
El Ministerio de Agricultura informó que más de 8 000 pequeños productores no pudieron trasladar sus cosechas a los centros de abasto o exportación. En algunos casos, las pérdidas incluyeron la pérdida total de cultivos perecibles como frutas, hortalizas y flores de exportación.
El gobierno del presidente Daniel Noboa activó mesas técnicas para evaluar la magnitud de los daños y plantear mecanismos de compensación económica a los sectores más golpeados. Entre las medidas analizadas se encuentran líneas de crédito con tasas preferenciales, apoyo en transporte y compra directa de productos agrícolas.
Palacios subrayó que el diálogo con las comunidades indígenas es clave para garantizar la paz social y el restablecimiento de las actividades económicas. “El campo no puede ser el mayor damnificado de los conflictos políticos. La producción agrícola es el corazón de la soberanía alimentaria del Ecuador”, afirmó.
El paro no solo afectó a los productores, sino también a exportadores, transportistas y trabajadores rurales. La Asociación Nacional de Productores de Leche (ANAPROLE) estimó que el sector requerirá al menos tres semanas para normalizar la cadena de suministro, mientras que los floricultores enfrentan pérdidas irreversibles por contratos incumplidos y daños en la reputación comercial del país.
De acuerdo con cifras del Banco Central del Ecuador, si las protestas continúan, el impacto podría extenderse a otros sectores como el agroindustrial y el exportador, afectando la balanza comercial agrícola y el crecimiento del PIB rural durante el último trimestre del año.
El Ministerio de Agricultura reiteró su compromiso de fortalecer la resiliencia del sector agropecuario, promoviendo seguros agrícolas, fondos de emergencia y programas de asistencia técnica para mitigar futuras crisis.
En palabras del ministro Palacios:
“Cada día de paralización son miles de familias campesinas que dejan de percibir ingresos. Nuestro deber es proteger la producción nacional y evitar que los pequeños productores sigan cargando con las consecuencias de los conflictos sociales.”