México y Estados Unidos renegocian un acuerdo clave sobre el comercio de tomates, tras la intención de Washington de imponer aranceles del 20.91% a las exportaciones mexicanas.
La medida amenaza a miles de productores y empleos en México, que buscan preservar su acceso al mercado estadounidense.
Ambos gobiernos buscan alcanzar un nuevo pacto que beneficie a sus sectores agrícolas sin afectar la estabilidad comercial bilateral.
Fecha:Thursday 08 May de 2025
Gestor:INSTITUTO IDIAT
El comercio de tomates entre México y Estados Unidos ha sido uno de los pilares del intercambio agroalimentario entre ambos países. El 6 de mayo de 2025, el Ministro de Agricultura de México, Julio Berdegué, se reunió en Washington con la Secretaria de Agricultura de EE. UU., Brooke Rollins, para abordar el futuro de este comercio. La reunión surge tras el anuncio de EE. UU. de su intención de retirarse del acuerdo bilateral de 2013, lo que podría afectar gravemente las exportaciones de tomates mexicanos. Este acuerdo ha sido clave para que México mantenga su posición como principal proveedor de tomates en el mercado estadounidense, pero su posible terminación podría significar el inicio de un período de incertidumbre.
México ha expresado su preocupación por el impacto de este cambio, ya que EE. UU. podría imponer un arancel del 20.91% a las exportaciones de tomates mexicanos a partir del 14 de julio. Este aumento de aranceles podría afectar la competitividad de los tomates mexicanos frente a otros productores, especialmente aquellos en América Central y el Caribe. Las autoridades mexicanas han indicado que la renegociación del acuerdo es esencial para evitar un daño económico en uno de los sectores agrícolas más importantes de México.
La Relevancia del Comercio de Tomates para la Relación Bilateral
México es, desde hace años, el principal exportador de tomates frescos hacia Estados Unidos, abasteciendo cerca del 50% del mercado estadounidense. Este comercio ha sido vital para los productores mexicanos, generando miles de empleos y una fuente de ingresos significativa. A través del acuerdo de 2013, los tomates mexicanos podían ingresar al mercado estadounidense sin aranceles, lo que permitió mantener precios competitivos. Sin embargo, la propuesta de EE. UU. de retirarse de este acuerdo plantea una amenaza para este comercio fluido y para la estabilidad del sector agrícola en México.
El acuerdo de 2013 también estableció medidas de calidad y precio para asegurar que el mercado no se inundara de tomates a precios demasiado bajos, lo que podría haber afectado a los productores estadounidenses. La renegociación del acuerdo ha sido clave para mantener la estabilidad, pero la reciente decisión de EE. UU. de revisarlo ha generado incertidumbre. Los productores mexicanos temen que, sin este acuerdo, el mercado de tomates se vea afectado por aranceles y nuevas barreras comerciales.
México Busca Evitar Aranceles y Defender sus Productores
Ante la amenaza de nuevos aranceles, el gobierno mexicano ha señalado que su prioridad es defender a los productores nacionales. El Secretario de Agricultura, Julio Berdegué, expresó que el país está dispuesto a renegociar el acuerdo para encontrar una solución que beneficie a ambas partes. La posición de México es clara: no se trata solo de proteger el comercio de tomates, sino de asegurar la continuidad de un intercambio comercial que ha sido mutuamente beneficioso durante más de una década.
La estrategia de México en la renegociación busca evitar los aranceles del 20.91% que podrían aumentar los costos de producción y distribución de los tomates, poniendo en riesgo la competitividad de los agricultores mexicanos en el mercado estadounidense. El Ministro Berdegué enfatizó que México está dispuesto a trabajar de manera conjunta con EE. UU. para encontrar una solución que garantice el acceso de los tomates mexicanos al mercado estadounidense sin que se vea afectada la economía local ni las oportunidades de los productores.
El Impacto de la Medida para el Sector Agrícola Mexicano
El posible aumento de los aranceles preocupa profundamente a los productores mexicanos, quienes dependen en gran medida del comercio de tomates para sus ingresos. Estos productores han manifestado que un aumento de los aranceles podría llevar a una caída en la demanda de tomates mexicanos en EE. UU., lo que afectaría no solo la rentabilidad, sino también la estabilidad de miles de empleos en el sector agrícola. La producción de tomates en México es una de las más grandes del país, con zonas como Sinaloa y Baja California siendo responsables de gran parte de la cosecha destinada a la exportación.
A medida que la incertidumbre crece, los productores de tomates han comenzado a explorar nuevos mercados, diversificando su oferta hacia otras regiones, como Canadá y algunos países europeos. Sin embargo, muchos reconocen que el mercado estadounidense sigue siendo el principal destino para sus productos, lo que hace que las negociaciones sean aún más críticas. El gobierno mexicano también ha implementado programas de apoyo para ayudar a los productores a modernizar sus cultivos y mejorar la calidad de los tomates, buscando no solo la competitividad en el mercado estadounidense, sino también en mercados globales.
Las Negociaciones para un Acuerdo que Beneficie a Ambas Partes
Las negociaciones entre México y Estados Unidos para renovar el acuerdo de comercio de tomates se presentan como un reto para ambas naciones. Por un lado, EE. UU. busca equilibrar los intereses de sus productores y mantener precios justos, mientras que México defiende los intereses de sus productores y busca mantener su acceso libre de aranceles al mercado estadounidense. En este sentido, los esfuerzos para llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes se han intensificado, y aunque las negociaciones son complejas, existen razones para el optimismo.
La estrategia de México en las negociaciones no solo busca evitar los aranceles, sino también garantizar que el comercio de tomates continúe siendo un pilar clave en la relación económica bilateral. A medida que las conversaciones avanzan, ambas partes están explorando nuevas formas de asegurar el flujo comercial sin afectar a los productores de ninguna de las naciones. Sin duda, las decisiones tomadas en estas negociaciones tendrán un impacto importante no solo en los productores de tomates, sino en la relación económica más amplia entre México y EE. UU.
Conclusión: Un Comercio Agrícola que Debería Continuar
El comercio de tomates entre México y Estados Unidos ha sido fundamental para el desarrollo de ambos países. Con una posible renegociación del acuerdo bilateral en puerta, el futuro de este comercio depende de la capacidad de ambas naciones para llegar a un acuerdo que respete los intereses de los productores y garantice un acceso libre de barreras arancelarias. A medida que las negociaciones avanzan, México continuará defendiendo su sector agrícola y trabajando para asegurar que el comercio de tomates siga siendo una fuente clave de ingresos y empleo para millones de mexicanos.