El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) declaró una alerta fitosanitaria en la región patagónica ante la detección de focos de la plaga Bufonacris claraziana, comúnmente conocida como “tucura sapo”, una especie que en años anteriores ha generado serios daños a la vegetación natural y cultivos extensivos. La medida preventiva alcanza a las provincias de Río Negro, Chubut y Santa Cruz, donde técnicos del organismo han identificado concentraciones poblacionales de esta plaga en distintos puntos rurales.
Fecha:Tuesday 04 Nov de 2025
Gestor:INSTITUTO IDIAT
La tucura sapo es una especie de langosta nativa de la Patagonia que se caracteriza por su gran capacidad de desplazamiento y su rápida reproducción en condiciones climáticas favorables. Si bien tradicionalmente se encontraba en equilibrio con el ecosistema, los cambios ambientales, la sequía y la falta de depredadores naturales han favorecido un aumento significativo de su población.
En etapas de explosión demográfica, las tucuras pueden consumir grandes extensiones de pastizales, cultivos forrajeros y vegetación nativa, generando pérdidas económicas y ecológicas de consideración. Según informes preliminares del SENASA, los primeros focos detectados corresponden a áreas rurales del centro-norte de Chubut y del sur de Río Negro, con desplazamientos hacia zonas de cría ovina y ganadera.
El organismo sanitario, en conjunto con las autoridades provinciales y municipales, activó protocolos de vigilancia y control que incluyen monitoreos aéreos, muestreos de campo y campañas informativas dirigidas a productores.
Se ha convocado además a los Comités de Emergencia Fitosanitaria Regional para coordinar acciones preventivas, promover el uso racional de productos biológicos y químicos, y fortalecer la red de comunicación entre técnicos y productores.
El SENASA advirtió que la colaboración del sector productivo será fundamental para evitar la expansión de la plaga. Los productores deberán notificar cualquier detección de focos a las oficinas locales o a través de la línea directa de sanidad vegetal, a fin de realizar controles tempranos y minimizar daños.
Aunque la plaga afecta principalmente a las zonas extra-pampeanas, su presencia puede generar efectos en cadena sobre la logística, el transporte de insumos y los seguros agrícolas. Las pérdidas en pasturas impactan directamente en la ganadería regional, provocando aumento de costos de alimentación, reducción de productividad y potencial encarecimiento del producto final.
Además, la presencia de la tucura sapo puede afectar las exportaciones de productos vegetales, debido a las exigencias internacionales de inocuidad y control sanitario. En consecuencia, el mantenimiento de esta plaga bajo control es clave para preservar la competitividad del agro patagónico en los mercados externos.
Desde el ámbito académico y técnico, expertos en sanidad vegetal y manejo de plagas destacan la importancia de fortalecer la capacitación de profesionales y productores. La formación en monitoreo, identificación y control biológico es una herramienta esencial para reducir los impactos de estas emergencias fitosanitarias.
En este sentido, instituciones educativas y entidades del sector agropecuario —como escuelas de formación técnica, universidades y programas de extensión rural— pueden desempeñar un papel crucial en la prevención y gestión del riesgo fitosanitario, generando espacios de transferencia de conocimiento y de coordinación entre actores públicos y privados.
El SENASA continuará realizando operativos de seguimiento y no descarta la implementación de medidas más estrictas si el brote se extiende. Por ahora, la prioridad está puesta en el control temprano y la sensibilización del productor rural sobre la importancia de reportar a tiempo cualquier foco sospechoso.
Esta nueva alerta refuerza la necesidad de mantener una vigilancia constante en la frontera agrícola, especialmente en un contexto de cambio climático que altera los patrones de comportamiento de plagas y enfermedades.
La coordinación interinstitucional y la capacitación técnica aparecen, una vez más, como las herramientas más efectivas para proteger la producción agropecuaria patagónica y garantizar la sustentabilidad del sector a largo plazo.