Ecuador, líder mundial en exportación de banano, ha reforzado su sistema fitosanitario ante la amenaza del Fusarium R4T, un hongo que ha devastado plantaciones en varios continentes. Las autoridades del MAG y Agrocalidad implementaron medidas de bioseguridad en puertos, fronteras y zonas productoras clave como Los Ríos, Guayas, El Oro y Esmeraldas, para impedir su ingreso. Este plan busca salvaguardar una industria que genera más de 2,5 millones de empleos y representa el 30 % de las exportaciones agrícolas del país. Con monitoreo satelital, capacitación a productores y laboratorios de diagnóstico, Ecuador demuestra su compromiso con la prevención y la sostenibilidad. La estrategia ha convertido al país en referente regional en sanidad agropecuaria y protección del banano, su “oro verde”.
Fecha:Monday 20 Oct de 2025
Gestor:INSTITUTO IDIAT
Ecuador, el mayor exportador de banano del mundo, ha activado una alerta fitosanitaria nacional ante el riesgo de ingreso del Fusarium oxysporum raza 4 tropical (R4T), un hongo devastador que amenaza las plantaciones de banano y plátano en todo el planeta. Las autoridades ecuatorianas aseguran que el país se encuentra preparado para enfrentar la amenaza, con un plan de acción integral que busca proteger un sector que representa más del 30 % de las exportaciones agrícolas del país y genera más de 2,5 millones de empleos directos e indirectos.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), junto con la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), ha implementado un sistema de bioseguridad reforzado en puertos, aeropuertos y fronteras, así como protocolos estrictos de vigilancia y detección temprana en las principales zonas productoras de banano: Los Ríos, Guayas, El Oro y Esmeraldas.
El Fusarium R4T es considerado una de las enfermedades más destructivas del mundo agrícola. Ataca las raíces del banano, bloquea el flujo de nutrientes y provoca el marchitamiento irreversible de la planta. Lo más preocupante: no existe tratamiento químico efectivo.
El hongo puede permanecer activo en el suelo durante más de 20 años, lo que convierte a la prevención en la única estrategia realmente eficaz. Su impacto ha sido devastador en países de Asia, África y América Latina, y su expansión representa un riesgo inminente para las variedades de banano Cavendish, las más exportadas globalmente.
“El Fusarium no distingue fronteras. Si ingresa al país, podría poner en riesgo toda la estructura económica y social que gira alrededor del banano”, advirtió Patricio Almeida, director ejecutivo de Agrocalidad. “Por eso, Ecuador ha fortalecido su defensa con tecnología, control territorial y capacitación constante a los productores”.
El Plan Nacional de Prevención y Contingencia contra Fusarium R4T, actualizado en 2025, contempla más de 30 medidas preventivas de control y respuesta rápida. Entre las principales destacan:
Asimismo, Agrocalidad ha desplegado equipos móviles de emergencia fitosanitaria en las provincias productoras, preparados para aislar y eliminar focos de contagio si se detectan casos sospechosos.
“El éxito de este plan depende de la disciplina de todos: productores, exportadores, transportistas y trabajadores”, enfatizó Bernardo Manzano, ministro de Agricultura. “El banano no solo es un producto, es parte de nuestra identidad nacional”.
Ecuador exporta anualmente más de 6,5 millones de toneladas de banano, lo que representa cerca del 25 % del comercio mundial. Sus principales destinos son la Unión Europea (35 %), Rusia (22 %), Estados Unidos (14 %) y China (9 %).
El país cuenta con alrededor de 170.000 hectáreas cultivadas y más de 7.000 productores, la mayoría pequeños y medianos agricultores que dependen directamente de este cultivo para su subsistencia.
El sector bananero genera ingresos superiores a los USD 3.400 millones anuales y es el mayor empleador del campo ecuatoriano, superando incluso a la palma y el cacao.
Por ello, cualquier afectación del Fusarium tendría consecuencias graves no solo económicas, sino también sociales y alimentarias.
“El banano ecuatoriano alimenta a millones de familias dentro y fuera del país. Nuestra responsabilidad es proteger esta cadena productiva con visión de futuro”, señaló José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).
El Gobierno de Ecuador trabaja junto con organismos internacionales como la FAO, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Organización Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), en programas de investigación, monitoreo genético y capacitación técnica.
Uno de los avances más destacados es el desarrollo de nuevas variedades de banano resistentes al R4T, en colaboración con el Centro de Investigaciones Biotecnológicas de la Espol (CIBE) y el Bioversity International.
“Estamos combinando ciencia, genética y campo. Es un desafío global, pero Ecuador tiene la capacidad técnica y el compromiso político para enfrentarlo”, expresó Diana Montalvo, investigadora del CIBE.
Además, se están impulsando ensayos de control biológico con microorganismos nativos, una alternativa sostenible para mantener la salud del suelo sin recurrir a agroquímicos.
Los exportadores y productores han respondido con respaldo total a las medidas gubernamentales, aunque advierten sobre los altos costos de implementación de las barreras fitosanitarias.
“Cumplir con los estándares de bioseguridad implica inversiones en infraestructura, limpieza, transporte y certificaciones, pero todos sabemos que vale la pena”, indicó María José Plaza, productora de banano en El Oro.
El sector privado ha invertido más de USD 20 millones en sistemas de vigilancia, estaciones de lavado, ropa desechable y capacitación de trabajadores.
Paradójicamente, la amenaza del Fusarium ha impulsado un cambio positivo: una mayor conciencia sobre sostenibilidad y resiliencia agrícola. Los productores están adoptando buenas prácticas agrícolas (BPA), rotación de cultivos, fertilización orgánica y gestión del agua más eficiente.
“El Fusarium nos obliga a repensar el modelo productivo y apostar por un agro más sostenible”, comentó Juan Sebastián de la Torre, consultor agroambiental. “La prevención no solo protege al banano, sino al futuro agrícola del Ecuador”.
Con un sistema fitosanitario robusto, cooperación internacional y compromiso del sector privado, Ecuador reafirma su liderazgo como potencia mundial en exportación de banano.
El país se ha convertido en referente regional en bioseguridad agrícola, mostrando que la prevención, la ciencia y la unidad del sector son las mejores herramientas para enfrentar los retos del futuro.