El 20 de noviembre, la naviera Maersk informó una serie de ajustes en sus operaciones marítimas y terrestres con el objetivo de mejorar la conectividad logística en Ecuador. La medida llega en un momento en que los puertos del país enfrentan una creciente congestión y presión operativa debido al volumen de carga y a la demanda internacional.
Las acciones anunciadas se concentrarán en tres terminales principales: Puerto Bolívar, Guayaquil/Contecon y Posorja. Estas instalaciones son vitales para el comercio exterior ecuatoriano, ya que manejan gran parte de la carga refrigerada y perecedera que alimenta los mercados internacionales.
Entre los cambios destacan la optimización de itinerarios, el reajuste de frecuencias marítimas, nuevas configuraciones logísticas en tierra y una coordinación más estrecha con operadores portuarios locales. El objetivo es reducir los tiempos de espera, mejorar la fluidez operativa y minimizar riesgos de interrupciones en momentos críticos.
El sector agrícola y acuícola es el más beneficiado con estas mejoras. Productos como el banano, el cacao y el camarón, pilares de las exportaciones ecuatorianas, dependen de estos puertos para mantener su calidad, cumplir tiempos de tránsito y sostener contratos internacionales. La congestión reciente había generado costos adicionales y retrasos que preocupaban a productores y exportadores.
Maersk busca prevenir afectaciones mayores a la cadena logística, sobre todo en un contexto de volatilidad global donde cualquier alteración portuaria puede repercutir en precios, disponibilidad y competitividad internacional. Estas acciones forman parte de un esfuerzo más amplio para robustecer rutas, reducir cuellos de botella y mejorar la eficiencia operativa.
La optimización anunciada contribuye a sostener el ritmo exportador del país, que depende en gran medida de un flujo logístico confiable. De mantenerse estas mejoras, Ecuador podrá garantizar mejores tiempos, mayor estabilidad y un mejor posicionamiento para sus productos agrícolas en mercados exigentes.