Fecha:Wednesday 26 Jun de 2024
Gestor:INSTITUTO IDIAT
Si este verano ha estado mirando fijamente su árbol de mango, deseando que la fruta reviva, pero al final ha quedado desanimado por las ramas obstinadamente estériles, no está solo, pues este drama exclusivo de Miami se está reproduciendo desde Homestead hasta Hialeah para agricultores comerciales, jardineros de traspatio, chefs preocupados y otros amantes de las frutas tropicales en todo el sur de la Florida. No es su imaginación: para Miami, es una mala temporada de mangos
Esto no quiere decir que no haya mangos. Sus árboles pueden dar algo de fruta, dependiendo de en dónde viva, ya que algunos vecindarios han sido bendecidos, mientras que otros permanecen desolados. Y, en general, el panorama es bastante más sombrío que en 2023. El chef Niven Patel, de Ghee Indian Kitchen, en Kendall, y del restaurante italiano Erba, en Coral Gables, ha notado la escasez. Los árboles de mango de su granja de Homestead suelen proporcionar fruta suficiente para todo el año, hasta 1,000 libras, pero este año, dijo, “había unos 10 mangos en los árboles”.
“Solíamos tener muchísimos mangos”, dijo. “El año pasado, los agricultores me llamaban porque tenían en abundancia, al igual que todos mis vecinos, pero este año nos cuesta mucho conseguirlos; no se parece en nada al año pasado. Parece que en los últimos cuatro o cinco años ha habido de todo”. Patel no es el único chef que siente la ausencia. Hace poco, Valerie Chang, quien acaba de ganar un premio James Beard por su restaurante Maty’s, en Midtown, recibió a un invitado con el regalo de un mango perfecto de la Florida.
“Disfrútelo”, le dijo. “Ahora mismo son difíciles de conseguir”. El chef Evan Burgess, de EntreNos, en Miami Shores, galardonado con una estrella Michelin a principios de año, también es consciente de la escasez. El restaurante, que dirige con su socio Osmel González, intenta que más del 80% de sus platos procedan de la Florida. Un ingrediente que usan con frecuencia son los pequeños mangos verdes que convierten en “aceitunas de mango”. Este año, eso ha sido una faena.
“Los pequeños se caen de los árboles”, dijo Burgess. “Ahora son difíciles de conseguir y es difícil planificar. Por suerte hemos tenido algunos invitados que nos han tendido la mano y nos han dicho ‘Traigan un palo de mango y vengan a nuestro patio’”.
“Realmente se ven los microclimas en diferentes áreas”, dijo. “Algunos vecindarios están arrasados, aunque otros parecen estar bien. Algunas de las zonas más afectadas son los grandes productores y las zonas agrícolas, como Redlands. Muchas otras frutas tropicales van bien. Tuvimos una gran temporada de lichis, las vendimos mucho. La fruta del dragón, la yaca, la carambola... todas van bien, solo los mangos se vieron afectados”. ¿Por qué ha sido tan mala la temporada de 2024? Los expertos dieron un par de razones. El Dr. Jonathan Crane, especialista en cultivos de frutas tropicales de la Universidad de la Florida, dijo que esta temporada es “significativamente baja” y señala las condiciones del tiempo como un factor importante. “Tuvimos temperaturas de entre 40 y 50 grados repetidamente y durante varios días en enero, febrero y marzo”, dijo Crane. “Ese es el período de floración. Lo que puede ocurrir a 55 grados o menos es que el embrión de la semilla se acabe enfriando y, cuando lo enfría, causa daños fisiológicos y no crece, así que no se obtienen frutos”.
La baja humedad también puede ser un problema, ya que seca el estigma en el sistema reproductor femenino de la flor, dijo. El polen puede depositarse, pero se seca demasiado como para adherirse a la superficie. Charles LaPladd, responsable de agricultura de Miami-Dade, dio otra posible explicación: los árboles suelen tomarse un año sabático luego de una temporada abundante. “No es del todo inusual tener años fluctuantes”, dijo. “He visto mangos que se han tomado un año sabático después de tormentas tropicales y, si además hay sequedad y viento, sobre todo ese viento cálido que soplaba por los Glades, se crea este efecto”.