Brasil se encamina a superar a Vietnam y convertirse en el mayor productor mundial de café robusta

El gigante sudamericano está a punto de alcanzar un nuevo hito histórico en su industria cafetera. Según un informe del banco internacional Rabobank, Brasil podría superar a Vietnam como el mayor productor mundial de café robusta antes de 2026, consolidando su posición como potencia global en el sector agroexportador.

El estudio indica que la producción brasileña de café robusta (también conocido como conilon) alcanzará 24,7 millones de sacos de 60 kilos durante 2025, impulsada por condiciones climáticas favorables, tecnificación agrícola y una demanda internacional en constante expansión, especialmente en Asia y Europa.

Un cambio estructural en la caficultura brasileña

Históricamente reconocido por su café arábica, Brasil ha transformado su estructura productiva en la última década. Las inversiones en investigación y desarrollo, junto con el trabajo del Instituto Capixaba de Pesquisa, Assistência Técnica e Extensão Rural (Incaper) y la Embrapa Café, han permitido mejorar la genética del café robusta, haciéndolo más resistente al calor y con mayores rendimientos por hectárea.

Las principales regiones productoras —Espírito Santo, Rondônia, Bahía y Mato Grosso— concentran más del 90 % del cultivo de robusta del país. En algunos municipios del norte de Espírito Santo, los rendimientos ya superan los 70 sacos por hectárea, una cifra récord para el sector.

“El robusta brasileño se ha convertido en sinónimo de calidad industrial y sostenibilidad. Brasil ya no solo produce volumen, sino también consistencia y trazabilidad”, declaró Marcelo Corrêa, analista de café de Rabobank Brasil.

El nuevo mapa mundial del café

El auge del robusta brasileño se produce en un contexto de creciente demanda global. Los consumidores de Europa, Estados Unidos y Asia han adoptado una mayor preferencia por las mezclas que incluyen robusta, gracias a su sabor más intenso y a la tendencia de precios más competitivos frente al arábica.

Vietnam, actual líder mundial, produce cerca de 28 millones de sacos por año, pero enfrenta desafíos como costos logísticos elevados, escasez de mano de obra rural y restricciones hídricas en las provincias de Dak Lak y Lam Dong. Brasil, en cambio, ha aumentado su eficiencia logística mediante la expansión de puertos como Santos y Vitória, y ha integrado nuevas rutas ferroviarias para reducir los costos de transporte.

“El potencial de crecimiento en Brasil es enorme. Con las condiciones actuales, es muy posible que en 2026 el país iguale o supere a Vietnam en producción de robusta, convirtiéndose en el primer productor mundial de ambos tipos de café”, añadió Corrêa.

Tecnología, sostenibilidad y productividad

El avance del café robusta en Brasil también está vinculado a la adopción de tecnologías sostenibles. Productores medianos y grandes han implementado sistemas de riego por goteo, mecanización parcial y prácticas de agroforestería, que permiten reducir la erosión del suelo y mejorar la retención de agua.

La Embrapa estima que, entre 2015 y 2025, la productividad promedio del robusta aumentó un 42 %, mientras que el consumo de agua por tonelada producida cayó un 30 %.

En Espírito Santo, donde el cultivo se ha convertido en una fuente vital de empleo rural, más de 78.000 familias dependen directamente del café robusta. En los últimos años, cooperativas locales como Cooabriel y Coopeavi han ampliado sus programas de certificación sostenible (Rainforest Alliance, UTZ y Fairtrade), posicionando el café brasileño en los mercados premium.

Exportaciones en expansión

Brasil exportó más de 19 millones de sacos de café robusta en 2024, un aumento del 22 % respecto al año anterior. Los principales destinos fueron Estados Unidos, Alemania, Italia, España y Japón, aunque India y Corea del Sur han mostrado un crecimiento sostenido en la demanda.

El valor total de las exportaciones de café robusta alcanzó US$ 4.300 millones, representando casi el 45 % de los ingresos totales del sector cafetero brasileño.

“El robusta ha dejado de ser un producto secundario. Hoy es un componente clave del modelo exportador brasileño y una oportunidad estratégica para diversificar mercados”, destacó Silvia Nogueira, directora de la Associação Brasileira da Indústria de Café (ABIC).

Desafíos y perspectivas

A pesar del crecimiento, el sector enfrenta algunos retos. Los productores deben mantener el equilibrio entre expansión y sostenibilidad, evitando la presión sobre ecosistemas sensibles. Además, el cambio climático podría alterar los patrones de lluvia en regiones cafetaleras del norte, lo que exige una planificación más precisa del uso del agua.

El gobierno brasileño, a través del Ministerio de Agricultura y Pecuaria (MAPA), ha anunciado un programa de apoyo al café sostenible, con créditos especiales para sistemas de riego inteligente y renovación de cultivos, por un valor total de R$ 2.000 millones (USD 400 millones).

“Queremos que el café robusta brasileño sea sinónimo de innovación, eficiencia y respeto ambiental. Brasil está construyendo el futuro del café global”, afirmó la ministra de Agricultura, Tereza Cristina Filho, durante un encuentro con productores en Vitória.

 Conclusión: un nuevo liderazgo para el agro brasileño

El ascenso del robusta marca una nueva etapa para la caficultura brasileña, que ha sabido reinventarse frente a la competencia internacional. La combinación de tecnología, resiliencia climática y visión estratégica ha convertido al país en un modelo de producción sostenible y rentable.

Con más de 24,7 millones de sacos previstos para 2025, Brasil no solo compite por el liderazgo mundial del robusta, sino que redefine el mapa global del café, consolidando su reputación como el granero verde del planeta.